El ultrasonido o ecosonograma, es una técnica que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia, que permite obtener imágenes en tiempo real, de algunos órganos del cuerpo, sin someterlos a radiaciones. Las imágenes son captadas por un dispositivo manual llamado transductor, que el operador desplaza de un lado a otro sobre el órgano o región del cuerpo que se desee examinar.
Al igual que los rayos X, la IRM y la TC, juega un papel como herramienta para el diagnóstico. Los barridos de ultrasonido emplean ondas sonoras de alta frecuencia para producir una imagen sin que la persona sea expuesta a la radiación. El procedimiento es indoloro y seguro.
Los ecos producidos por las ondas, proyectan la imagen llamada sonograma, que aparece en un monitor, el que al ser controlado puede fijar ciertas imágenes para que el médico las estudie con mayor precisión o para identificar lo que considere importante.
En términos generales, los procedimientos de ultrasonido originan poca incomodidad. El gel conductivo puede sentirse un poco frío y húmedo, por lo que normalmente se calienta previamente al examen.
Un resultado normal significa que los órganos y estructuras en la región que se está examinando tienen una apariencia normal.
El significado de los resultados anormales depende de la región del cuerpo que se esté examinando y de la naturaleza del problema. Si se tiene alguna duda o preocupación al respecto, es recomendable buscar asistencia médica.
No se ha reportado ningún tipo de riesgos. Este examen no involucra exposición a radiación ionizante.
La mayoría de los exámenes de ultrasonido se realizan en la forma anteriormente descrita. Sin embargo, en ciertos casos es necesario insertar la sonda de ultrasonido en el cuerpo y no únicamente pasarla sobre la piel. Se recomienda buscar asistencia médica para determinar los detalles específicos para cada caso individual.